Videojuego de plataformas que estoy co-desarrollando junto a Daniel Valenzuela, proyecto en que estoy a cargo del arte y del desarrollo visual de los elementos (desde el diseño hasta la creación de los assets). En él se explora, desde la perspectiva de una pelusa, la casa de un adulto mayor.
El gameplay es contemplativo y, al mismo tiempo, desafiante; la narrativa es nostálgica y la emocionalidad es fundamental. La visualidad necesita ser orgánica y los diseños deben responder a las necesidades de la historia.
El aspecto visual del juego gira en torno a la relación entre la acuarela, la tinta negra y los lápices pasteles.